Fullo
La "fullonica" era el comercio dedicado a lavar y teñir la ropa. El servicio era tan caro (4 sestercios por pieza) que cuando se invitaba a alguien a cenar se le pedía que llevara su propia servilleta para ahorrarse el coste de la lavandería y a los comensales les compensaba llevarla porque en ella se llevaban los restos de la cena para comer al día siguiente.
El producto básico de limpieza era la orina humana, dado que su alto contenido en amoníaco servía para desengrasar la ropa. En las entradas de las "fullonicae" colocaban ánforas para que los viandantes orinaran en ellas. Vespasiano cobraba impuestos por el uso de esta orina, lo cual encarecía aún más el servicio. El lavado de ropa requería un largo proceso que comenzaba por la restauración de desperfectos. Luego pasaba por varias tinas llenas arcillas, de orín y ceniza como blanqueante, donde esclavos sumergidos hasta la rodilla la pisaban, y agua para su aclarado. Una vez lavada, la ropa se extendía en unos armazones de metal para su secado y posteriormente se cardaba, se peinaba y se planchaba con una prensa.